Una pregunta que nos hacen nuestros clientes a menudo es: Cómo Demostrar Lesiones y Dolor Causados por Choques Automovilísticos
Cuando se contrata a abogados, las víctimas de lesiones resultantes de un accidente automovilístico suelen describir el dolor como una parte del cuerpo específica.
Por ejemplo: “me duele el cuello” o “mis manos hormiguean”.
Esta es la percepción o los efectos de la lesión y a esto comúnmente se le llama la queja “subjetiva” de la lesión.
Los médicos y profesionales de la salud se dan entonces a la tarea de identificar la lesión real.
La evaluación comienza con preguntas, muy similares a la lista adjunta que ayuda a los pacientes a describir sus lesiones:
- ¿Qué partes o regiones del cuerpo están afectadas?
- ¿Tienes dolor, limitación de movimiento, pérdida de fuerza u otros síntomas?
- Describe el dolor con palabras como pulsante, punzante, cortante o sordo.
- Describe la frecuencia, duración e intensidad.
- ¿Puedes asignar rangos numéricos a estos aspectos?
Las escalas de dolor generalmente no son muy útiles si solo permiten escoger un número del 1 al 10, porque el dolor rara vez es constante; cambia según el tiempo, la actividad y los complejos sistemas de dolor del cuerpo.
Antecedentes del paciente
¿Qué antecedentes tiene el paciente con la “condición” que afirma está relacionada con el accidente?
¿Ha recibido tratamiento médico previo en esa parte del cuerpo? ¿Relacionado con alguna lesión o limitación?
Si el paciente tenía una condición previa, ¿presentaba signos o síntomas antes del choque? ¿Tuvo síntomas en algún momento antes del accidente?
Esto puede volverse complicado, porque muchas personas van al quiropráctico para aliviar molestias por haber dormido en mala posición.
¿Es eso una lesión relacionada? Probablemente no. Aun así, podemos revelar que el paciente acudió al quiropráctico. Y los registros suelen confirmar la existencia o ausencia de una condición.
A veces, una lesión legítima previa al choque puede ayudar, ya que permite demostrar que la persona lesionada era más susceptible a agravarse. Esto puede ser útil cuando los daños del vehículo no parecen reflejar la magnitud del impacto.
En Colorado, quienes no tienen lesiones previas o estaban asintomáticos pueden tener derecho al 100% del valor de sus lesiones.
Aquellos que sí tenían síntomas y cuya condición fue agravada por el choque pueden necesitar asignar o dividir la parte atribuible al agravamiento.
El paciente debe ser “el historiador” de sus lesiones
A la mayoría de las personas les puede resultar increíblemente difícil recordar su propio historial médico.
El caso del paciente podría depender de qué lesiones y tratamientos ha tenido en cualquier momento del pasado.
¿A dónde acudió? ¿Cuándo? ¿Qué diagnóstico recibió? ¿Cuál fue el pronóstico?
Cuando un médico ve al paciente, querrá conocer todo su historial.
Hoy en día, gran parte de esta información es accesible para clínicas y compañías de seguros mediante bases de datos y sistemas en la nube.
Además, las aseguradoras de autos también almacenan información. No nos gusta, pues puede violar leyes de privacidad médica, pero aun así sucede.
Una vez que el proveedor médico tiene una impresión de las lesiones, podría prescribir terapias o tratamientos adicionales. Si se requiere más para diagnosticar, el médico generalmente lo hará.
A lo largo del proceso, muchas veces se le recomienda al paciente seguir recomendaciones como terapia física o ejercicios en casa.
Frecuentemente se recetan medicamentos para manejar los síntomas. Pocas personas los prefieren, pero a menudo son una solución para controlar el dolor.
Es común que los pacientes elijan soportar dolor crónico antes que tomar analgésicos.
Cuando el tratamiento conservador se agota, los médicos evalúan opciones más invasivas, como inyecciones o cirugía.
Estos tratamientos se deciden después de evaluaciones clínicas completas.
Algunos pacientes aceptan los tratamientos invasivos; otros los evitan por miedo a las agujas o al riesgo de falla. A veces, simplemente no hay nada que el proveedor pueda hacer para “curar” la lesión.
Pronóstico y futuro del paciente
En algún momento de este proceso, los pacientes descubren qué pueden esperar de sus lesiones en el futuro.
Lamentablemente, algunas lesiones son permanentes y pueden causar deterioro físico.
Estudios concluyen que los efectos del latigazo cervical (whiplash) pueden llevar a cambios degenerativos que no se sienten sino hasta diez o quince años después.
El tratamiento futuro podría considerarse parte de la compensación por la lesión. Lo mismo aplica para futuras condiciones médicas relacionadas.
La lesión oculta con mayor impacto en la vida cotidiana suele ser la que afecta el sueño. Dormir mal afecta la salud física, la agudeza mental, la energía, las emociones y la felicidad.
Conclusión
El tratamiento de lesiones físicas es entre paciente y médico. Este tratamiento no solo ayuda al paciente, también documenta las lesiones de forma persuasiva.
Sin embargo, a veces la mejor forma de demostrar el impacto real de las lesiones proviene de familiares cercanos y amigos, quienes pueden observar cómo estas afectan la vida diaria.
Si estás lesionado, recuerda: los proveedores médicos, amigos y familiares pueden ayudarte a demostrar el impacto que las lesiones han tenido en tu vida… y en la de ellos también.
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